Mi jefa no vino a trabajar hoy.
La vamos a llamar A.
A es mi amiga desde hace varios años. Y desde que trabajo donde trabajo, también es mi jefa. Ella es la coordinadora del departamento de imagen. Yo soy su esclavo/amigo. Mi trabajo principalmente es contenerla, escucharla y estar atento a sus cambios de humor. Como amiga la adoro. Como jefa la detesto. Ok, mentira. Lo que detesto es que nunca sé si hablo con una o con la otra. Hace unos meses hizo entrar a trabajar a su novio (lo llamaremos de ahora en más Juania). Hace dos semanas se separó. habían estado juntos casi cuatro años, viviendo juntos. Acababan de comprarse entre los dos una ibookblancahermosa u$s 2000.-, a pagar en cuotas claro. ¿Tengo yo algo que ver con todo esto? Por supuesto que no. Es cierto, por otro lado, que yo los presenté. (y bueh).
Desde mi punto de vista, las cosas sucedieron de la siguiente forma: (flashback, fundido encadenado, todo sepia...)
Cursaba por alquel entonces el primer año de la carrera de diseño gráfico en al uba. Estaba haciendo Morfología uno, cátedra Rolfo. En esa cursada la conocí a A. Nos hicimos amiguísimos, carne y uña. Ella en crisis con su novio (desde ya) y yo solterito. Su novio S era un nabo, era programador, era de la colectividad (como A, ergo los padres de A lo amaban), y también pianista... pero para nada sensible, bastante homofóbico (estaba convencido de que todos los gays invariablemente iban a querer acostarse con él (?), un síndrome bastante frecuente en straights medio pelotu) y económicamente solvente. El marido perfecto (????).
In the mean time, yo conocía a Juania, cursando tipografía uno en una cátedra de mierda, que abandonamos juntos meses después. Fue amor a primera vista, obvio. Juania era un pequeño niño sensible, casi autista, sospechosamente virgen (?).... en fin.
Y mientras A se separaba (se iba del depto que su novio S le había prestado para que viva...) nos hicimos amigos los tres.
Y fuimos bastante felices hasta que A (cuatro años mayor que Juania y que yo) se lo masticó a Juania, se fue a vivir a su casa, y todos perdimos la inocencia. Para siempre. Y después nos hicimos amigos de nuevo.
Asi que ella hoy está en crisis con su vida, con su trabajo, con la facultad (tiene que resolver un afiche para la película El Bonaerense, te querés matar), y no vino. Y me engrampó un laburo horrible que no voy a resolver del todo porque no se que mierda hacer. No soy arquitecto. Aunque podría serlo de no haber abandonado la carrera para dedicarme al cine (que pelotudo... bah, fué un año bastante feliz). No, no soy cineasta, ni en pedo. Ni-en-pedo.