No habría ni geografía ni paisaje, al menos no uno mío.
Del dedo gordo del pie hasta la coronilla, y de las lágrimas a las cosquillas.
Haces mi vida brillar.
Hacíamos todas cosas chiquitas, y sin embargo ahí estaba todo. Caminabamos por Cramer derecho hasta el final, y llevábamos mate y un tapper con granola (eso era idea de él), y llegábamos a parque Saavedra, y nos tirábamos en el pasto. Y teníamos nuestro banco de plaza, uno solo, ese, porque cuando hablábamos ahí estabamos juntos. Y entonces tengo para mí la plaza más linda del mundo, en una geografía que nada más es mía. Y ahora soy ese banco de plaza más que ninguna otra cosa. Y también teníamos ese cassette, porque toda la sabiduría del mundo estaba en ese cassette, de un lado Aterciopelados y del otro tres temas de Juana Molina. Y sigue siendo así. Y todo lo que vino después tenía que estar de acuerdo con eso. Porque era inocente, y supongo que lo sabía; y estaba como en carne viva; y los dos éramos chicos, y nos tomabamos todo muy en serio. Así que un día, muerto de miedo, en el trabajo, con toda mi ingenuidad, lo invité al Podestá (era el año 98, y los jueves había que ir al Podestá porque tocaban bandas y era gratis, en Julián Alvarez y Soler; así que si me decía que no, al menos iba a quedar como alguien con onda), y funcionó. Y lo pasé a buscar por su casa, nunca había estado tan nervioso en mi vida, pero tenía que disimular que ya no tenía estómago, y que sabía lo que hacía. Y tenía mi pelo negro (teñido por mí mismo), y mi morral, y mi pin del tributo argentino a The Cure, edición limitada (que abre con EL cover de Jaime Sin Tierra de Plainsong). Y fuimos caminando, y esa noche tocaba Spleen, que a mi me encantaba, y me sabía las letras, y nos sentamos arriba a tomar algo, y yo pedí Martini Rosso, que ya era mi trago, y tener un trago estaba bien. Y entró ese chico, y yo lo miré y supongo que él también y me miró y me dijo: ibas a decir qué lindo chico? Y nos reímos. Y ya estaba todo dicho. Y después salimos y nos sentamos en un umbral (porque tenía que ser en un umbral, porque Buenos Aires es hermosa porque está llena de umbrales). Y el Primer beso. Y todo lo demás fue voltear los ojos y mirarme bien por dentro. Y estar juntos.
Por eso escucho Aterciopelados. Porque yo estoy ahí, y me siento y me reconozco ahí más que en ningún otro lado. En ese banco de plaza. Es como mi tour de rescate, por si me pierdo, o me confundo. Y son cosas todas chiquitas, que bien podrían haber pasado desapercibidas, y sin embargo si tuviese que reunirme a mí mismo, encontraría una colección de pequeñeces, todas los grandes hallazgos que tiene sentido celebrar.
Mira que tu tienes el candor a flor de piel y además siempre estás fresca como una lechuga.
Ser mariposa, morirme mañana.
Sunday, March 19, 2006
why?
Because those are the rules.
El mío se llama Running. Y el de L se llama Ennis.
(I wish I knew how to quit you!).
(Sí, vienen en la cajitamágica de Burger y están buenísimos).
Y Thumbsucker me encantó. Me pregunto si ahora mismo habrá un ejercito de zombies en Palermo chupándose el pulgar... Sospecho que sí.
El mío se llama Running. Y el de L se llama Ennis.
(I wish I knew how to quit you!).
(Sí, vienen en la cajitamágica de Burger y están buenísimos).
Y Thumbsucker me encantó. Me pregunto si ahora mismo habrá un ejercito de zombies en Palermo chupándose el pulgar... Sospecho que sí.
Saturday, March 18, 2006
yuki
Sentimental Journey
Este video es perfecto. Brillante. Y la canción también. Y ella también. Mal.
Se puede ver en YouTube (clic!, lo mejor es dejarlo bajando y verlo después todo seguido).
O se puede bajar de acá.
Es demasiado lindo.
Pero hay que verlo hasta el finalfinal porque el último plano es grandioso.
(Y nos vamos a ver Thumbsucker).
Thursday, March 16, 2006
soldaditos
Me pasa de vez en cuando. Como hoy. Porque llovía y tenía que salir temprano. Y me quedé parado así, un rato largo, en la puerta. Y miraba y solamente veía soldaditos. Todo era soldaditos. Y entonces no podía salir. Porque no, porque si hay soldaditos hay que quedarse en casa. Y me prendí un cigarrillo y esperé, hasta que se fueron todos. Y salí.
Cuando era chico, y a la mañana temprano llovía con soldaditos, mi mamá no nos dejaba ir al colegio. Y era grandioso ver soldaditos. Mi abuela le tenía miedo a la lluvia, y no la dejaba salir a mi mamá si llovía fuerte; y ella, en el piso, veía un montón de soldaditos. Porque cuando llueve fuerte, y las gotas de lluvia se estrellan en el suelo, forman por un instante un soldadito. Ella veía eso. Como esos soldaditos de plástico verde chiquititos, los que tienen una base chata para mantenerse parados; pero no todos: los que estaban como arrodillados en una pierna, y sostenían siempre su ametralladora ligeramente para arriba. Entonces, si a la mañana llovía, se asomaba a la calle para ver si había soldaditos; y si había, se acercaba a la cama y nos decía que sigamos durmiendo, porque estaba lloviendo con soldaditos. Y era lo mejor. Y hoy había soldaditos.
Si alguna vez tuviese hijos, y no es algo que piense seguido, todo tendría sentido en ese momento. Cuando me acerque a su cama y les diga bajito que no se levanten, que hoy se pueden quedar un rato más en la cama porque está lloviendo con soldaditos.
Cuando era chico, y a la mañana temprano llovía con soldaditos, mi mamá no nos dejaba ir al colegio. Y era grandioso ver soldaditos. Mi abuela le tenía miedo a la lluvia, y no la dejaba salir a mi mamá si llovía fuerte; y ella, en el piso, veía un montón de soldaditos. Porque cuando llueve fuerte, y las gotas de lluvia se estrellan en el suelo, forman por un instante un soldadito. Ella veía eso. Como esos soldaditos de plástico verde chiquititos, los que tienen una base chata para mantenerse parados; pero no todos: los que estaban como arrodillados en una pierna, y sostenían siempre su ametralladora ligeramente para arriba. Entonces, si a la mañana llovía, se asomaba a la calle para ver si había soldaditos; y si había, se acercaba a la cama y nos decía que sigamos durmiendo, porque estaba lloviendo con soldaditos. Y era lo mejor. Y hoy había soldaditos.
Si alguna vez tuviese hijos, y no es algo que piense seguido, todo tendría sentido en ese momento. Cuando me acerque a su cama y les diga bajito que no se levanten, que hoy se pueden quedar un rato más en la cama porque está lloviendo con soldaditos.
Monday, March 06, 2006
darling
No me copó tu Capote Philip.
Pero debo ser yo...
Catherine: a vos te amé.
Igual el groso es L. Ya estabamos sentados con nuestros pochoclos. Yo perfeccionando mi técnica de llevarme la bolsita a la boca y sacar la lengua para que se me peguen un montón de pochoclos y comerlos todos juntos. Y me dice: la adaptación del guión la hizo el hijo de La Jaula De Los Pájaros, ahora vas a mirar la peli con otros ojos.
Thursday, March 02, 2006
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