Sonidos de la sala de operaciones.
Un viejo obeso con frac camina arrastrando un pie haciendo un ruido particular, a rengo. Calza guantes de goma y se acerca a una muchacha muy bella tendida sobre algodones. Puede estar atada. Dibuja un corte. Toma un bisturí y lo hunde a la altura del corazón de la muchacha. Practica un gran tajo y aparece un mecanismo de relojería en vez de corazón, no hay sangre.
(Así empieza el guión de Pubis Angelical, de Manuel Puig).