Hicimos picnic en la casa nueva de Pocha y Matute, vacía. Pero antes pasamos por la mejor panadería de todo el universo, como la describió Mecha.
Habíamos decidido pasar a conocerla juntos. Era un pacto.
Es la panadería de Bruno y Olivier, que tienen un programa en el Gourmet. Y todo lo que preparan ahí es rico. Todo. Llevamos un poquito de cada cosa para probar, y no podíamos más. Así que ahora paso cada vez que puedo. Es cerca de casa, en Roseti y Plaza. Tiene un horno gigante en el fondo, grande como una habitación, y ahí preparan sus panes.
Las croissants con almendras son la felicidad misma de la vida.
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