Acabo de llegar de pasar un fin de semana en Santa Fe con mi viejo y su
familia. Fui con mi marido, por primera vez (y probablemente única). Si en
este momento me asegurasen que jamás en mi vida voy a volver a ver y a
escuchar a toda esa gente, sentiría un alivio profundo. Estoy demasiado
hecho mierda para desarrollar esto.
Tal vez mañana.