Saturday, July 30, 2005

boberías

Me saco mil sombreros. Ayer fuimos a ver la obra de Veronese en La Plaza. El Método Gronholm. Así, poderosísima. Tremenda. Muy divertida. Muy terrible. Me pasa muy pocas veces, pero cuando salimos no podía hablar. Todavía hoy si tuviese que decir algo no sabría por dónde empezar. El texto es increible. Y Puma Goiti, sos muy groso.

Pero lo verdaderamente blogueable, aunque mínimo y bastante estúpido, es el pequeño detalle que voy a contar a continuación.
Llego al complejo La Paza, temprano, y me siento a esperar a Lucas (mi marido), Y a mi viejo y su novia (ellos nos invitaron al teatro). Me siento en un banco, ipodeando, feliz (Veronese me fascina, y el fenómeno Veronese-en-La-Plaza, calle Corrientes, me tenía muy entusiasmado). Y mientras miraba la gente pasar (dejarse ir en el dejarse ir de las cosas, muy cortaziano) identifico, de una, a un ex de Lucas, del brazo con una chica. Epa. Ya nos saludamos alguna vez, así que lo miro para hacer eye contact y ver como reacciona. O no me ve, o se hace el boludo. Como sea, su comportamiento empieza a ser medio errático, y vuelve en dirección a la salida de calle Corrientes. Lucas tenía que estar por llegar, por esa entrada; así que no lo resisto y me paro y lo sigo, a Gonzalito (aka Goni). Si se iban a encontrar de casualidad, yo tenía que estar presente. Pero se detienen antes de llegar a la salida, así que yo los paso, me asomo a la calle, ni rastros de Lucas, así que vuelvo sobre mis pasos, y esta vez subo a esperar el puerta de la sala, que era el punto de encuentro. Y ahí está Lucas. A dónde estabas yo estaba abajo ah no te vi, la charla de obvia, y le digo... ¿te encontraste con alguien? ... no, con quién? adiviná, blah blah blah, lo acabo de ver a Gonzalito, tal vez viene a ver la obra... es muy probable (me dice). Llega mi viejo, dialogo intrascendente, y de pronto diviso (ahora sin sweater y con camisa rosa polo) a Gonzalito! sentado a unos metros de donde estabamos nosotros. Le digo a Lucas: andá a saludarlo, yo te acompaño (estas cosas me divierten mucho). Me dice que no. Hmmm, ok. Y miro de vez en cuando de reojo, y estoy seguro de que miraba para nuestro lado. Entramos al lobby, y cuando estamos por bajar a la sala, Lucas recibe un mensaje de texto. El mensaje decía: Que lindo estás. Disfrutá la obra. Beso.
Gonzalito, qué onda? No me puedo enojar con vos, porque las chiquilinadas como esta me dan mucha ternura. Además sos efectivamente chiquito, y eso es un atenuante. Pero, qué onda? Y le digo a Lucas: un poco desubicado tu ex. Y me responde: sí, por eso no le voy a responder (?!).
Gonzalito, no se por qué, pero te aprecio. Me caes simpático. Debe ser porque de la galería de exs de Lucas sos como lo único que zafa. Además llegaste antes que yo, y respeto eso. Si te pasaron cosas con Lucas, y a mi me pasan (desde hace tres años), algo debemos tener en común. Pero, de onda, las chiquilinadas no dan. Bueno... algunas sí, pero esta no.

Siguiendo la linea new rich de mi viejo, después de la obra nos invitó a cenar a La Parolaccia. Ñoquis del 29. Nos super emborrachamos. Y nos depositó en casa, pasada la medianoche.