La crítica con conciencia social puede tener humor. Y el humor puede muchas veces tener conciencia social. Pero hay que elegir una posición. Ayer fuí a ver la última obra de Los Macocos, SuperCrisol, al Alvear. Lamentablemente, me pareció malísima. Como una obra brechtiana pero con el humor de Tinelli. En este país que tiene a un Gasalla, a un Urdapilleta, a un Tortonese (sólo para empezar); hay que pensarlo dos veces antes de poner a un hombre vestido de mujer en el escenario, y pretender que eso solo alcance para hacer reir. Y es una lástima. Los Macocos tienen obras muy buenas... Los Marrapodi, Los Albornoz... Tal vez fui con demasiadas expectativas. Pero en serio, si hacés un musical, lo tenés que hacer enserio, y si ese musical es una sátira, lo tenés que hacer doblemente en serio. Quiero decir: si tenés bailarines, tienen que saber bailar; si tenés bailarines que tienen que actuar de malos bailarines, tienen que saber actuar de malos bailarines, y tienen que saber bailar para poder hacerlo. Estoy enojado. Me aburrí. Además la obra es muy larga. Tuve la mala suerte de estar sentado en un palco detrás de una señora que fue sola y se reía, sola, y la odié todo el tiempo. (Dato interesante... la señora se reía, y mucha gente se reía... tal vez un hombre vestido de mujer es muy gracioso... un millón de moscas no pueden equivocarse... y tal vez me equivoco, pero creo que Alberti es un tipo brillante, y su boluda total es brillante, y no es sólo porque hay un hombre vestido de mujer). Y para colmo la música (que btw es de Kevin Johansen) es horriblemente pegadiza.
Pero bueno, puede no tomarse en serio nada de lo que digo, al fin y al cabo, Lost In Translation me pareció una de las películas más odiosas que vi alguna vez, y toda la gente que conozco la amó. Pero puede ser que yo haya amado demasiado Vírgenes suicidas...
Bob y Margaret (Lucas y yo) preparamos ayer quinotos en almibar. Receta del libro de Doña Petrona. Y esas son las cosas que de verdad importan. Dos kilos, así que tenemos para todo el año y para repartir.