El
viernes despedida.
El sábado concierto: una morrudosa japonesa que canta tangos, en el jardín japonés (!) con
Cp. y Tina.
Y esa noche cena en el restorán de los mantelitos en la vereda, el de calle Gorriti casi Ravigniani, con el colo. Me sacó la foto que ilustra la llegada del otoño y comimos rico.
Hoy almuerzo con mamá, calor, bicicleta, mates con M. como dos viejas chismosas y fernetazo en casa con amigos.
Todo eso.
Ah, el jueves
Muerte en un Funeral. Brillante.
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