juguetes

En este orden.
El viernes Coiffeur en el CCC. Ahí muy cerquita él, que es todo lindo, siempre. Hizo un cover de Marcela Morelo: Te está pasando lo mismo que a mí, y lo quisimos tanto.

Ayer fuimos con Ld a ver La Paranoia, de Spregelburd. Llevamos los bolsillos llenos de caramelos porque sabíamos que la obra dura tres horas. Tiene, obvio, momentos brillantes. Se lo extraña a Héctor Díaz pero el actor que ocupa su lugar lo hace muy bien.
Ver juntos a Spregelburd y Andrea Garrote es tan un placer. La escena que tiene juntos, los dos venezolanos, entre el culebrón y el conurbano, en el *apartaco* de ella, es pura genialidad. Esta vez el montaje paralelo de historias se resuelve con proyecciones; y aunque tiene sentido, me hubiese gustado ver toda la acción en escena, como en La Estupidez. Todos están bien. Son puro talento.

Después fuimos a cenar a La Siesta. Un restorán nuevo cerca de casa donde se come muy muy rico.

El sábado pasado dí unas vueltas por el mercado de pulgas y ví un bandejón de colores. No lo compré en ese momento porque no llevaba la billetera y estuve toda la semana pensando en lo menso que fuí en no volver a por él. Desayunaba todas las mañanas y mientras esperaba que el agua para el mate esté lista, extrañaba ese bandejón. Me parecía que algo faltaba en la cocina y era eso. Así que hace un rato agarré la bicicleta (y la bufanda) y fuí a buscarlo. Todavía estaba ahí. Es de metal, es inglés, es hermoso y ahora es mío.

En un rato, después de dormir una siesta de domingo de otoño, voy a visitar amigos. Compré para llevar pastelitos de la patria.

flamingo

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budín

Me pone contento que Mates Of State haya sacado un disco nuevo.
Es una de mis bandas preferidas para escuchar dentrecasa. Para los domingos a la mañana. Para que empiece a llover como ahora y se llene la casa de olor a lluvia. Como ahora mismo. No entiendo del todo esto de que parezca una noche de verano, pero le digo que sí. En un rato pido chinitos. Un chow-fan. Ayer cociné toda la tarde para mi mamá, para su cumple. Porque invité a casa. Y preparé uno de mis clásicos: arroz con cosas; y un budín de felizcumpleaños. Mamá cumplió 47, y ahora tiene unas zapas regias para ir al gimnasio, que le regalé yo; y un poncho (!) que le regaló mi hermana. Un poncho. ¿Qué te regalaron tus hijos? Unas zapas y un poncho.

A los de Pitchfork no les gustó mucho el disco, pero ellos qué saben.
Usaron, sin embargo, una imagen que lo ilustra muy bien, y hace que me guste más: "Mates have basically made an album to cook dinner and do the dishes to".

Descargar.

Escuchar Like U Crazy, del disco anterior.



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geek

Me hice fan de una serie: The IT Crowd.
Hacía mucho tiempo que no me descostillaba tanto de risa mirando la tele.
Tres protagonistas. Roy, Moss y Jen. Dos temporadas, seis episodios de media hora cada una, que se pueden bajar de un mismo torrent (yo la bajé de ahí).
Dos frikis jodidamente encantadores que trabajan en sistemas de una compañía, en un sótano; y su nueva jefa, que no sabe nada de computadoras. La primer escena del primer capítulo, la entrevista de trabajo de ella, es impecable y genial. Y así sigue.
Todo está bien en la serie. Buenas ideas y lindos personajes. Old fashion en la estética y en los recursos, y arriesgada por eso mismo. Brillante. Efectiva. Y muy divertida.

Gracias a Martín trendsetter Francisco.

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hule

Recibí un montón de regalos muy lindos, entre ellos este mantel de hule (quenopuedemás) y estas paltas.

Así que hoy a la noche en casa: guacamole y amigos.

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sticky

Stickers para mis amigos, que vienen hoy a casa a decirme ¡feliz cumple!

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regalo

"Este es un libro feliz, recopilado de varios cuadernos felices que dibujo cada vez que viajo."
Liniers

Lo voy a leer escuchando el disco de Acid Casuals, Omni, porque tiene una pequeña gran canción para este otoño: Bowl Me Over.
De tardes frescas de sol.

Review.
Bajar.

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snooze

Hoy me desperté con Magdalena.
Tengo un nuevo radiorelojdespertador.
Fue el regalo que me hice a mí mismo para mi cumpleaños. El primero.
Porque uno de los mejores momentos del día es ese, el de remolonear en la cama, con Niceto que se sube encima mío y ronronea. Tiene hambre y sabe que lo primero que hago todas las mañanas cuando me levanto es darle el desayuno, pero ronronea también porque me quiere y la abrazo cucharita y puedo seguir en la cama un rato más.
Snooze: gran invento.
Mi nuevo despertador incluso me deja elegir cuanto tiempo quiero esperar para que vuelva a sonar (ok, pueden ser 10 minutos o múltiplos de, fantástico).
Tengo la costumbre, cuando tengo que despertarme temprano, de poner el despertador una hora antes y apagar el despertador una y otra vez; porque ese momento en el que sé que puedo seguir durmiendo un rato más es el mejor, porque ese paréntesis entre que suena el despertador por primera vez hasta que no tengo más opción que salir de la cama, es lo mejor. Nada malo puede pasar en ese momento. Todo es tan inmediato y amigable y pequeño y mío. Además ahora, en vez del pipipipí tengo a Magdalena. Después poner la pava en el fuego para los primeros mates del día. Quedarme parado así, en calzoncillos y medias, mientras el agua se calienta y la pava hace sus ruidos. Otro gran momento.
Cuando era chico y vivía con mi abuela (a los siete años), ella nos despertaba a mi hermana y a mí para ir al colegio. Nos pasaba a buscar el colectivo naranja. Me paraba en la cama y mi abuela me ayudaba a vestirme. Levantaba los brazos completamente dormido, y de fondo se escuchaba a Magdalena contar las historias de su perro Morgan y su gato Juárez. Magdalena tempranísimo.
Ayer volvía del trabajo con mi nuevo radioreloj, feliz de la vida, y le mandé mensajitos a mis grandes amigos y fieles oyentes de AM , Cp. y Tina, para que me aconsejen qué sintonizar a esa hora. Tina respondió al instante, categórica: Magdalena! am 590!; Cp., en cambio, se tomó unos minutos para responder: es un horario difícil. 590 es mi opción. Y agregó: qué emoción despedir 27 años!

Porque sí, hoy es mi cumpleaños.



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(canción)