Sunday, June 01, 2008
un perú
Recomiendo requete muy mucho La Ronda, de Inés Braun.
Para salir del cine y repasar todos los personajes, todos los momentos, todos los recursos. Es una película que se anima al entusiasmo de celebrar todo lo lindo que puede ser el cine.
Porque una película debería siempre, ante todo, transmitir eso: que el cine es hermoso, que inventar personajes, hacerlos hablar y moverse, hacerles primerísimos planos, es grandioso. Todas las películas deberían ser siempre un homenaje a todo el cine.
Salí pensando eso, contento.
Que genial el pintor de Spregelburd. Que genial la obra de teatro off de las tres geishas. Que geniales los personajes, todos. Y qué linda la gráfica. Qué lindas las películas ñoñas.
Después fuimos a comer ceviche, una de las cosas más ricas del mundo. Fuimos al peruano de Congreso; porque el más lindo, el del barrio chino, Contigo Perú, estaba cerrado hasta ayer.
Cada tanto me pasa que se me ocurre el tonto capricho de comer ceviche, y me obsesiono. Y hasta que no como eso se me ocurre cada vez que tengo que pensar en qué me gustaría comer. Así estuve hasta el viernes, pero ya estoy tranquilo. Hasta dentro de dos meses, ponele. Algo parecido me pasa con el gazpacho, pero eso es más fácil de resolver porque es tan simple como ir a la verdulería y cuando me quiero dar cuenta hay en la heladera una jarra llena de gazpacho fresco. Veo que ya tengo un plan para el próximo domingo, porque el gazpacho es algo para preparar de mañana.
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