Tuesday, September 27, 2005

highest

No es que esté todo mal. L. está sencillamente sujeto a un proceso minucioso de observación y posterior diagnóstico. Así se lo dije, y así será. Si todo esto empezó el sábado pasado o hace tres años, es un detalle en el que prefiero no detenerme. Pero de vuelta, no está todo mal. Es básicamente lo de siempre. Rescato sí un momento, que aunque se supone áspero y peligroso, yo de verdad disfruto (ahora se me ocurre "perversamente", pero eso sería muy desubicado). Ese momento en el que se hace necesario "hablar" de lo que pasa (o se me hace necesario, de vuelta, un detalle menor). Muy pocas veces mi discurso alcanza niveles tan altos de precisión y compromiso como en esos momentos. Es como si hubiese nacido para eso. Y lo mejor es que invariablemente termino siempre reconciliado conmigo, incluso con toda mi neurosis, que lamentablemente no puedo dejar de encontrar entrañable (y casi pintoresca). El gran hallazgo esta vez fue la aparición (mágicamente fortuita) de una metáfora que lo decía todo (o me decía todo): la identificación en mí de territorios de inseguridad (creo haber dicho inmadurez, pero este es mi blop, y puedo tomarme todas las licencias que quiera). El paisaje era de pronto muy claro, muy inofensivo. Existen en mí territorios de inseguridad muy definidos, con límites casi tangibles. Porque... todo no se puede. El recorrido que ha sido mi vida hasta el momento me obligó a tener que atrincherarme en determinados territorios, que felizmente (tercamente) pude construir, creo, muy sólidos. Son los que me hacen "una gran persona". Pero están los otros, claramente pantanosos, que me hacen alguien encantador (o insoportable...). Son como arenas movedizas, y por definición, una vez que ese es el paisaje, me hundo. Y es un proceso que me lastima. Y no puedo ir más que hasta el fondo (como diría Pizarnik). Cuando confiás en alguien le dás ese privilegio: esa persona puede deliberadamente empujarte a tus pantanos. Ese es el riesgo. Supongo que por eso, la confianza es la mayor de todas las entregas. No hay nada tan absolutamente valioso como la confianza. Por eso se me hace tan necesario llevar siempre conmigo un mapa lo más actualizado posible de mis territorios emocionales (neuróticos). Porque si tomo por el camino equivocado, me hundo. El problema es que aunque tenga un registro bastante detallado de la geografía de mi neurosis, es casi imposible hacer pronósticos. Sería genial poder sintonizar un weatherchannel emocional, con un locutor que te advierta que se acerca el huracán, con imágenes satelitales y todo (y con toda una iconografía diseñada por mi).
Le dije a L que tengo la solución perfecta para todos mis males: cuando no está conmigo, tiene que perder por entero su sexualidad, como una plantita, sensible sólo a fenómenos inofensivos, aint that be great?! La neurosis en su punto más alto, y L me mira (o se rie, whatever). Pero en serio, no sería grandioso que su sexualidad se activase mediante un interruptor sólo conocido por mi?
Todo este delirio se explica de la siguiente forma: todo (todo) lo que me pasa, yo lo proyecto en L. O sea, si voy caminando por la calle, y me cruzo con algún muchachete y pienso "te parto", una porción de mi cerebro está anotando que L, en ese preciso instante, se cruzó con un muchachete y le miró el orto (perdón). ¿Es tan desacabellado? A mi me parece lógico. Y me atormenta. Y también me doy mucha ternura. Porque básicamente me empujo yo solito a mis pantanos. Y la más sólida de mis construcciones es el trampolín que inventé para eso. Y soy un clavadista profesional, con un dominio de la técnica sublime.

Saturday, September 24, 2005

altitud 4000 mts.

Me quedan por ordenar todos mis libros y papeles. El punto es que en el proceso, me encuentro con todas esas pequeñas cosas que me obligan a detenerme y me traen recuerdos y me conmuevo y cuando me doy cuenta hace media hora que sostengo el mismo papelito y mi gata ya desordenó la pila de nuevo y se llevó la mitad de las fotos abajo de la cama. Es que de tener un hobbie, sería ese, juntar fotos viejas, o notas, o postales, de mi familia y no. Y tengo muchísimas. Como toda una serie de postales "recuerdo de Mar Chiquita", que es fantástica. Y del montón, elijo una para escanear y postear que me hizo descostillar de la risa. Una postal que mi abuela les mandó a mi viejo y mi abuelo desde Mendoza...



Mendoza, 10 de abril 1965
Queridos J.C. y G.:
Anoche llegamos muy bién, luego de un viaje corto aunque muy movido. C. vomitó 2 veces en la bolsa del avión, suerte que no había almorzado. Mendoza es preciosa. El hotel es sumamente cómodo y pulcrísimo. En el baño tenemos un calefón igual al nuestro. Mi habitación tiene un gran balcón sobre la Av. San Martín. Los G. están muy bién y tienen un departamento muy lindo y bién arreglado. P. duerme allí. A C. le encantó el cuadro. Lo puso en la cabecera del sillón de su despacho debajo del cristo. Lo tiene muy bien amueblado. Besos Porota.

Y hablando de aviones, mi nueva compañera de trabajo, que ya cité alguna vez, nos dijo a todos algo que no sólo la explica a ella por entero (ella es todo glamour), sino que perfectamente podría formar parte del pequeño manual de bolsillo de estilo y sensibilidad para amateurs que está por escribirse.
A saber...
Cuando era chica, mi mamá me dijo: No te voy a decir que no te emborraches, yo sé que aunque te lo diga lo vas a hacer igual. Lo único que te pido, es que no sea con vino barato.

Thursday, September 22, 2005

hippie

Un florismo. Me pasé todo el invierno trabajando para el verano que se acerca, y cuando por fin da sus primeras señales, tengo que empezar a trabajar para el próximo invierno. Así que estoy decidido a disfrutar la primavera tanto como pueda. El hippismo en las manos equivocadas puede generar monstruos repudiables, pero en estado puro... tal vez...



Y la banda de sonido perfecta para días como hoy (almorzar en la plaza, chicos lindos tomando sol, pajaritos) sería:

architecture in helsinki - fumble

architecture in helsinki - the owls go

Gentilmente convidados por Juania.
Y aprovecho para saludar primaveralmente a Petit, que hace unos días posteó entre otros un tema hermoso de Architecture.

Monday, September 19, 2005

plantismo

Lucas: voy a hacer berenjenas en escabeche.
Yo: sí, me imaginé (desde acá veo la receta en un archivo txt en su compu, no voy a hacer preguntas, es algo entre él y su madre)
Lucas: ¿Las hago con o sin cáscara?
Yo: sin (ya aprendí, algo tengo que contestar, aunque no tenga la menor idea, de lo contrario podría empezar un diálogo sin final)
El punto es que ya me mudé. Donde sea que esté mi compu conectada a internet, está mi hogar (y mis libros, mi gata, mi ropa y bueno, Lucas, por qué no decirlo).
Lo más crítico de todo fue descubrir que (y es algo que me afectó sobremanera) en mi nuevo balcón, desde el que tengo una vista privilegiada de todo Palermo, o de una parte considerable, nunca da el sol excepto durante media hora al atardecer. Durísimo. La mayoría de las plantas que tenemos con L son de exterior, y son muchas, y como mi pensamiento está lleno de una busqueda ridícula de señales en los fenómenos más absurdos (patología esta de la que afortunadamente L carece por completo), nuestras plantas siempre fueron una metáfora silenciosa pero elocuente del devenir de nuestra relación. Así que la perspectiva de presenciar una catástrofe botánica de estas dimensiones, verdaderamente me afectó. Lucas, por otro lado, y desde un lugar completamente otro (por orgullo) también parecía estar bastante afectado por este desastre doméstico. Y le dije, después de confirmar que por cuestiones ajenas a nosotros (o no, el dpto lo elegí yo, y admito que nunca se me ocurrió pensar si la orientación nos era favorable), que ibamos a tener en nuestra casa el realityshow de la tristeza. Ibamos a ver marchitarse una a una nuestras plantas, sin mucho para hacer al respecto. Lucas se puso serio, y me djo: no va a pasar eso, les voy a dar hormonas a morir. Grandioso. Está de más decir que Lucas jamás usaría la expresión "a morir", eso lo agregué yo para que se entienda mejor el nivel de compromiso.
Lucas (y ya que estamos lo digo, si claramente este es el blop no oficial de Lucas y su atormentada vida conmigo) nunca exagera. No existen para él expresiones como "fantástico" o "fabuloso", sobre las cuales yo casi construyo todo mi discurso, sin jamás quedarme tranquilo de que consigo explicar mis niveles de entusiasmo, las más de las veces adolescente, sobre las cosas más estúpidas. En una de nuestras primeras salidas, hablando de no sé que obra de teatro de Veronese que a mi (obvio) me había "fascinado", él se limitó a decir sobre la obra en cuestión, que era "simpática". Yo pensé ouch, no nos entendemos, sin sospechar que "simpático" lidera lejos su repertorio de cumplidos. Y así todo. Seinfield es "genial" para mí (estamos alquilando todos los episodios en dvd), y para él Seinfield "está bien", "si querés lo llevamos". Ok. O a veces tiene lapsus como preguntarme: ¿cómo se les dice a los recolectores de papeles?, y yo: ¿cartoneros?
Esa es la clave. Si nuestra relación funciona, es porque tenemos concepciones generales del mundo casi completa y absolutamente opuestas. Por eso casi no podemos discutir, sencillamente porque nunca nos entenderíamos. Y los dos lo sabemos. Y podemos vivir con eso. Si yo me "angustio", Lucas se queda mirándome como frente a un fenómeno completamente curioso y absurdo. Desde ya L "no entiende" terapia. A veces creo que para L soy como un experimento, que trata de encontrar en mi patrones de comportamiento coherentes, sin éxito. Y L es mi experimento también. Algún día se va a cansar y me va a matar. Hoy no se me ocurre otro final para nuestra relación. Yo sé que L es un asesino serial reprimido, y cuando finalmente lo asuma, y salga a matar personas, va a ser muy muy feliz. Mientras tanto se va a divertir drogando a nuestras plantas.

Si tuviese espíritu, buscaría El Diario De Adán Y Eva, de Mark Twain, y copiaría acá el final, el último monólogo de Eva. Creo que ahí se explica muy bien lo que me pasa con L. Lo voy a googlear, pero las traducciones que se encuentran online son siempre odiosas.

Tuesday, September 13, 2005

soundtrack

Recreo. Música para embalar. Primero un compilado que armó M, mi nueva compañera de trabajo, hace unos días. No sé por qué, pero es muy pertinente, y feliz:

David Bowie - Changes
David Bowie - Modern Love
Queen/Bowie - Under Preasure
The Cardigans - Carnival
Air - Surfing on a Roquet
Bebel Gilberto - Baby
Babasónicos - El Loco
Leo García - Romance (Sí, totalmente. Totalmente)
Björk - It´s Oh So Quiet
Armand Van Helden - Hear My Name
The White Stripes - The Hardest Button to Button
Babasónicos - El Playboy
Soda Stereo - Primavera 0
Café Tacuba - Ojalá Que Llueva Café
Gustavo Cerati - Locas De Amor

Y los temas que le agregué yo. Tratando de seguir la lógica. O que me pareció que daban:

Café Tacuba - Soy o Estoy
Sex And The City - Dust Brothers - More More More
The Cardigans - Iron Man
Morrisey - First of The Gang To Die
The Knack - My Sharona (SevenEleven, DietCoke, CamelStraights)
Freak Power - Turn On, Tune In, Cop Out
Blur - Girls And Boys
Café Tacuba - El Baile Y El Salón (live)
Flashdance - What A Feeling
Gloria Gaynor - Can´t Take My Eyes Off Of You
Lemonheads - If I Could Talk I´d Tell You
Michael Jackson - Thriller
New Order - Regret
Soda Stereo - 1990
The B´52 - Tell It Like It T-I-Is
Yo La Tengo - You Can Have It All (discazo)
Babasónicos - El Ringo
De-Phazz - Jazz Music
Pink Martini - Symphatique
Madonna - Amazing
Nouvelle Vague - Just Can´t Get Enough

Eso es una de las cosas que más extraño de estudiar diseño. El momento anterior a ponerse a "preparar entrega". Armar una playlist, o elegir un disco que tenga sentido. Es un momento crucial. El resultado siempre depende de esa primer decisión.

daily street art



Y es que la gente de Wooster Collective abrió un blog todo de streetart. Streetsy. Y leyendo el blop de lake se me ocurrió, por qué no hacer unos stickers de roto, y pegarlos por toda la ciudad. Sin link por supuesto, eso no tendría ninguna gracia. Si no tuviese que meter toda mi casa en una serie finita de canastos, abriría el illustrator ahora mismo. Tener un blop es tan tener 13 años de nuevo. Es fantástico.

Es eso. Tener 13 años, una habitación para vos solo, y poder pegar en las paredes lo que quieras.

Monday, September 12, 2005

roña

Es largo de explicar. Cuando tenga tiempo lo haré. Lo cierto es que mi casa se convirtió en un canastismo. Me mudo. Si me diese el espíritu, sacaría una foto de mi living (o de lo que era mi living). Una maldición horrible pesa sobre mi. Desde que nací nunca viví más de dos años en el mismo lugar. Aunque siempre en Capital...
El recorrido sería algo así:

1- De Caballito a Colegiales (no recuerdo ese dpto, el primero, el de Caballito, pero si lo que dice mi vieja es cierto, era muy poco feliz. Pero ella mezcla siempre la realidad con su ficción personal, y por eso la queremos tanto. Y por eso pase lo que pase no vamos a volver a vivir con ella. El dpto de Colegiales estaba ok, piso 14, antes habitado por las Viuda e Hijas del Rockandroll. Sí, la banda. Anécdota: mi vieja dejó encerrado un día a mi viejo en el balcón francés, bajó la persiana y lo dejó del otro lado, piso 14, y a cada minuto que pasaba, mi vieja se convencía de que cuando le abra, mi viejo la iba a matar, lo cuel no era descabellado, y así pasaron horas. Horas).

2- De vuelta a Colegiales (piso 8, lindo dpto. De ahí son mis primeros recuerdos, a saber: mi vieja patinando por el departamento, la música a todo volumen, The Police, Abuelos de la Nada... ella tenía 20 años, pero parecía menos. Su política era bastante curiosa, nos daba a mi hermana y a mi lápices y marcadores para que escribamos las paredes, así que en nuestra habitación las paredes estaban escritas de marena pareja y total hasta exactamente, digamos, un metro de altura, y de ahí para arriba, blanco. O nos daba harina y agua y nos dejaba encerrados en la cocina haciendo "masitas", ella prefería entrar después y limpiar todo que controlar. Un día se le voló un colchón por el balcón. Yo tampoco lo entiendo. Pero me imagino un colchón cayendo desde el octavo piso y me parece fabuloso).

3- De vuelta a Colegiales (esta vez PH, donde mi viejo sigue viviendo al día de hoy, de dónde mi vieja literalmente se fugó con nosotros. Un dia mi viejo se fue a laburar y llegó no estabamos. Grandioso).

4- De vuelta a Colegiales (casa de mi abuela, con mi vieja ahora emancipada. Fueron los años *más felices* de mi vida. Infancia paraiso perdido. Todas mujeres, y yo. Tía ezquisofrénica, delírios místicos, no salía nunca de su habitación, divina. Bisabuela casi centenaria, vieja italiana malvada. Mi abuela, diosa absoluta, Balala. Yo fuí el primer nieto, y como no me salía decir abuela, decía Balala. Todos mis primos me imitaron, y pasó a la posteridad con ese nombre, hasta el día de hoy: Balala. Un día no aguantó más y se tiró de la terraza. Su historia es en serio para hacer una película. En serio. Obviamente nos mudamos) (Algún día voy a volver a buscar a Daniel, mi vecinito del 5to C).

5- Almagro (El medioevo de mi vida. Segundo piso. Interno. Recuerdo: tardes enteras jugando bubble bobble con mi hermana, yo era el verde, ella el celeste, commodore 128, datassette).

6- Otra vez Colegiales (el mismo edifício del piso 14, pero en el primer piso).

7- Colegiales again (casi Belgrano R, ojo. Piso 10).

8- Belgrano (casa. Enorme. Jardín. Pileta. Novio de mi vieja incluido).

9- Colegiales... (dpto, segundo piso, sigue siendo la casa de mi vieja).

10- Después de una breve estadía en casa de mi viejo, a lo de G, en Belgrano. No iba a funcionar. Yo necesitaba vivir solo. Irme a vivir con mi chico no era lo mismo. Pero de eso me enteré después.

11- Llevo todas mis cosas de vuelta a la casa de mi vieja... hasta que encuentro Conesa, mi primer dpto. (Colegiales) Y también lo encuentro a Lucas. Y al año se viene a vivir conmigo. Y al año nos entran a robar. Y nos vamos.

12- Un mes juntos en la casa de mi viejo. Hasta que encontramos este dpto, donde estamos ahora, en Palermo Viejo, pero se vence el contrato... Y llegamos al presente. Y el viernes nos mudamos. Cada vez más canastos (diez son sólo de libros), cada vez más plantas. Y las dos gatas. Es acá cerca. I heart Palermo.

13- Eventualmente voy a mudar el blop también. No es que quiera, pero...

Una postal desde mi casi ex dpto. Me encanta sacarme autofotos. Pero tengo que ser cuidadoso, si me entusiasmo sería lo único que postearía. Esta es de ayer, antes de la merienda-cumple de Lucas. Todo un éxito.

Friday, September 09, 2005

love chair



Nothing is sweeter than witnessing two inanimates falling in love.

Tuesday, September 06, 2005

domesticado

Lucas y yo somos radicalmente distintos en un punto. Yo necesito que las cosas se repitan. Yo necesito las ceremonias y los rituales. Me contienen. Le dan valor a lo que pasa. Como acabo de escribir en otro blop (al que le mando afectuosos saludos muchos), puede ser que haya leido demasiadas veces El Principito. Tanto que me lo creí. Un ejemplo, cuando empezamos a salir con L, yo había impuesto el ritual de ir todos los martes al cine. Era mínimo, pero yo era feliz toda la semana porque sabía que tenía una cita asegurada los martes a la noche con él. Y sí, era todos los martes hacer lo mismo, pero para mi todos los martes eran distintos, porque nunca era igual, pero yo sabía que esa noche ibamos a estar juntos, y eso me dibujaba un lugar en el mundo feliz. Para mi, el peor insulto, la cristalización más perfecta de lo perverso, es la expresión "hablamos". ¿Hablamos cuándo? Si me importás necesito sabér que el espacio para que estemos juntos existe, que tiene su lugar en el tiempo, que es seguro. Lo contrario a eso me destruye, es el peor abandono y el peor desamparo posibles. Y cuando sucede, el encuentro pactado, es la confirmación más fabulosa de que es real, que no estoy loco, y casi de que no estoy solo. Y eso es la felicidad.
Lucas odia la rutina. Si el ya sabe lo que va a pasar, se aburre. Es respetable. Él necesita que las cosas lo sorprendan. Las cosas tienen valor exactamente si lo sorprenden, si no las estaba esperando y suceden. Es como ir a comer afuera. Para él comer afuera es fantástico porque rompe la rutina de cenar en casa. Para mi cenar en casa tiene valor porque es un espacio que se construye en el tiempo, lleno de mínimas variables hermosas. Pero nunca nos vamos a poner de acuerdo. Yo por eso inventé una nueva rutina, todos los principios de mes, cuando acabo de cobrar, vamos a cenar a un restorán lindo. Si fuese por mi, iríamos siempre al mismo, pero para que Lucas sea feliz, acepto la condición de ir siempre a lugares distintos. Pero yo sé que este finde vamos a salir juntos (a Rave, que adoro, y sirven el risotto más rico de palermo), y esa certeza me hace feliz ahora mismo. Igual, que quede claro, ir a cenar afuera para mi es uno de los mayores placeres posibles, más que ir al cine, más que casi cualquier salida; tanto que viajar para mi es ir a cenar afuera por el mundo.
Y así mi vida está llena de pequeñas ceremonias. Todos los días antes de entrar a trabajar, me compro un café con leche en el bar de enfrente. Puedo saborear el café que me voy a tomar mañana y ya lo disfruto. Y la chica que me lo prepara ya me conoce (iupi!) y antes de saludarme me mira y me dice: un café con leche para llevar, y yo sonrío y soy feliz. porque yo ya sabía que iba a pasar eso, y pasó! Y la amo, y no sé como se llama, pero ya sé que cuando deje de trabajar donde trabajo (porque esas cosas eventualmente pasan) el último día le voy a llevar un regalo. Yo tengo una agenda mental donde escribo esa clase de cosas.
Una discusión bastante fea que tuve con L tuvo que ver con esto, aunque no directamente. A saber: Vivimos en un segundo piso, tenemos un balcón que da al contrafrente, por donde pasan los gatos que viven en los techos de la manzana. Son parte del paisaje. Lucas inmediatamente se enterneció, y me dijo que quería dejarles un platito con leche (una gata había tenido gatitos... era un golpe bajísimo, de esos que me parten). Y le dije que no. Rotundamente. Porque los gatos son extremadamente rutinarios (todos los que tuvimos gato como mascota toda la vida sabemos perfectamente eso) y si nosotros decidiésemos darles de comer, su nueva rutina sería esperar a que salgamos y dejemos el plato con leche, y ese sería uno de sus momentos felices del día. Pero nosotros sabemos que no vamos a vivir donde vivimos para siempre (de hecho nos vamos a mudar en breve) y cuando ya no estemos, los gatos se quedarían esperando un plato con leche que nunca más va a aparecer. Y de solo pensar eso, me pondría a llorar ahora mismo.

Mi gata está exactamente acostada a mis pies. Todos los días llego del trabajo a esta hora, prendo la compu, se sube arriba mio, yo la acaricio un rato, ella ronrronea, la bajo porque si no no puedo escribir, y se queda acostada a mis pies. Imagino que debe estar contenta de que yo haya hecho bien mi parte del trato. Llegar como siempre, a la misma hora, sentarme como siempre, poner música como siempre... en un rato se va a parar y va a saltar encima del escritorio, y yo me voy a parar, la voy a acariciar, voy a ir a la cocina y le voy a dar de comer. She knows...

scientist

Si esto sigue así, voy a convertir este blop en una gomería. Que bien podría estar empapelada con catálogos de Abercrombie, sólo porque está claro que para eso se inventaron.
Como sea, cuando el clima cambia así, tan de un día para el otro, como hoy, que de pronto es primavera, siempre me pasa que viajo en el tiempo a cuando era chico, a la secundaria... o antes. Y no está bueno. O no si tengo que trabajar...

La foto es de David Lachapelle. Otra vez LFB.

¿Por qué hay consenso en creer que tiene sentido escuchar Coldplay en el trabajo? ¿O Gwen Stefani? ¿O Bloc Party? Ok, a quién le importa, pero como en la naranja mecánica, son bandas que nunca más voy a poder disfrutar, o peor, me van a hacer acordar a la cara de la recepcionista, al tipo de limpieza, al de seguridad, al café con leche horrible de la máquina... Coldplay es exactamente eso: el café con leche de 0.70 de la máquina. Una verdadera tristeza.

IMDbismo



Es que encontré esta foto de Lara Flynn Boyle y me acordé de Happiness...

Helen Jordan: If only I had been abused as a child! *Then* I would know authenticity!

Helen Jordan: It's just I'm... I'm so tired of being admired all the time. All these men I mean... they're all beautiful, artistic minds, great sex, the whole package, but hollow, you know what I mean? I feel nobody's really honest with me. Nobody wants me for me.

Y la mejor...

Helen Jordan: I'm not laughing at you, I'm laughing with you.
Joy Jordan: But I'm not laughing.

Foto de Michael Muller.

acción

Después de trés años (y dos de convivencia), mis diálogos con Lucas son de
este orden:

Hoy, por msn, de su laburo al mio.

w i l l i t o says:
no estoy nada inspirado para laburar... cero onda.... aburrido.... me duele
la panza....
w i l l i t o says:
me voy a hacer mate
Lucas says:
QUE EMBOLE
Lucas says:
YO QUIERO MATE!!!!!
w i l l i t o says:
igual el mate no te resuelve la vida..... es un fiasco
Lucas says:
PERO TE SABORIZA Y DESPIERTA...
w i l l i t o says:
"te saboriza"?
w i l l i t o says:
qué significa "te saboriza"?!
Lucas says:
LE DA SABOR A TU PALADAR.

Sunday, September 04, 2005

mobile

Están dando Malcom, pero me acordé de algo... bastante creepy.
Ayer.
Caminaba por la calle, y agarro el celular para ver la hora. Tengo un
mensaje de texto. ¿Leer ahora? Sí. Era una alerta del msn (llegan tarde pero
llegan, eventualmente. Para engañar a CTI la alerta va a una dirección de
Yahoo USA y de ahí a mi celular. Y aparezco amarillo cuando estoy offline,
cool). Era de mi viejo, el mensaje. Bah, el remitente era su dirección de
hotmail...
El mensaje decía: "todavía te la seguis comiendo?"
(...)
Y me senté en un umbral. Y lo volví a leer.
"todavía te la seguis comiendo?"
Como un "I know what you did last summer", pero peor.
Lo llamé. Estaba en San Pedro con la novia. Le dije que me parecía que le
habían hackeado la cuenta de mail... o que tal vez había dejado el msn
abierto en el hotel... que me estaban llegando mensajes "raros" al celular.
Creo que no entendió nada. ¿Hacker-msn-celular? ¿Qué mensajes? me preguntó.
Nada, mensajes raros, le dije.
Ya hice varios años de terapia, ya hablé hace años con mi familia, creo que
lo quieren más a Lucas que a mi... Pero cuando leí el mensaje misterioso se
me congeló la sangre. La palabra escalofrío adquirió todo un nuevo
significado.
Creepy.
Aún sabiendo que el mensaje tiene una respuesta simple y para nada
traumática.
Sí.

bye bye kitty

toasted kitty



No voy a empezar un museo del kitsch.
Además, lo confieso, googleé kitsch para saber cómo se escribe (nunca sé donde poner la s), y no resistí la tentación de buscar imágenes con esa consigna, y sencillamente lo que aparece es el Único y Gran Museo del Kitsch online. Que en realidad es todo Google. Y no es ningún hallazgo, pero no deja de ser fascinante. Cuando estoy aburrido en el laburo generalmente hago eso: pongo una palabra cualquiera, mientras más abstracta mejor, pero que para el caso es lo mismo, en el buscador de imágenes de Google. Y el resultado es siempre tan monstruoso, que me fascina. Internet es demasiado monstruoso. Y no puedo dejar de asombrarme, y me pasaría toda la tarde mirando los "aproximadamente 35.800 de kitsch. (0,06 segundos)". Si tuviese tiempo y ganas, me dedicaría a hacer posters con eso. Un poster con las 35.800 imagenes que agrupa Google con la consigna "kitsch". Y seguiría con otras palabras, al azar (yo tengo mi costado Marta Minujín, que es tonto, obvio y poco relevante).

Lucas me acaba de decir que el sobre "se perdió en el mar". A saber: mandó un guión por correo a un concurso en Cuba, y como es un Maniático (la M mayúscula no es casualidad) sigue paso a paso el trayecto del sobre por internet, en el sitio del Correo Argentino, y hace días que no tiene noticias del paradero del sobre, y me dice que "se perdió en el mar", y yo obviamente por un momento creo que esa es una categoría real, que una de las posibilidades es que el correo te diga que tu sobre "se perdió en el mar", así como así. Y Lucas me mira y se muerde el labio.

Una tostada con la cara de HelloKitty es lo más. Sería capaz de regalarle esa tostadora a Lucas para su cumple.

Saturday, September 03, 2005

luciérnaga



Lucas cumple 28!
El lunes, pero lo festeja el domingo, así que le hice una imagen para que le mande por mail a sus amigos. Buscando inspiración me puse a revisar fotos de cuando era chiquito (él), y encontré esta, de él disfrazado de luciérnaga... No la podía dejar pasar.
Le dije que la consigna sea "vení a tomar la leche y ver dibus", y me salió con chocolate con churros... Nunca nos entendemos. Igual lo quiero. ¿Existirá todavía ese disfraz? Voy a ver si consigo dibujitos de los ochentas... Mazinger Z, o He-man (Le pregunto a Lucas y me dice She-ra, Jem & the holograms... qué loca. Pero es verdad que She-ra era mucho mejor que He-man, la transformación de ella era mucho mejor que la de él, y ella tenía un re unicornio, y no ese tigre gay insoportable. Pero lo mejor era cuando se encontraban... Esa mujer-pájaro-whatever les abría ese portal y estaba buenísimo).

Friday, September 02, 2005

snowball

CNN heart CrónicaTV... sobre The New Orleans affaire.

At the back end of the line, people jammed against police barricades in the
rain. Refugees passed out and had to be lifted hand-over-hand overhead to
medics. Pets were not allowed on the bus, and when a police officer
confiscated a little boy's dog, the child cried until he vomited. "Snowball,
Snowball," he cried.

Hoy a la mañana se cortó Fibertel en el laburo. Y de haber estado armados,
hubiesemos terminado disparandonos unos a otros. La falta de internet saca
lo peor de cada uno. Our little own private New Orleans...